Bitcoin: ¿El Oro Digital?

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En el artículo publicado recientemente “Bitcoin: ¿Moneda digital? – Primera aproximación” analizamos la posibilidad de considerar al bitcoin como una moneda. Vimos cuales son las características que debía tener y las funciones que debía cumplir para ello. Si bien notamos que le falta recorrido para que podamos considerarlo moneda, tiene sentido preguntarse si el bitcoin podría ser un tipo de inversión alternativa.

El oro, es un tipo de inversión alternativa que cumple un rol importante en la cartera de los inversores, reduciendo la volatilidad del portafolio, y funcionando como reserva de valor por su alta correlación con el precio de los alimentos en el mundo. Como vimos en el artículo anterior, el Bitcoin comparte muchas características con el oro, por lo cual si bien es un activo de más volatilidad, la mayoría de los intentos de valuación de este criptoactivo se relacionan con este metal comparable.

Dentro de las formas de calcular cuánto podría ser el precio adecuado para el bitcoin, hay dos aproximaciones principales. La primera tiene que ver con reemplazar al oro en parte de las carteras de inversión del mundo. Si existen dos activos de características similares, es esperable que el público inversor decida diversificar entre ellos.

En ese sentido, el equipo de inversiones de Bridgewater calculó que si los inversores privados destinaran el 30% de sus inversiones actuales entre bitcoin y oro, al bitcoin, el valor de un bitcoin debería ser de aproximadamente US$51.000. En el caso de que destinaran el 50% a Bitcoin, el valor debería ser de aproximadamente US$85.000.

La segunda aproximación, consiste en el modelo Stock to Flow, que compara la escasez relativa del bitcoin con otros metales como el oro y la plata. Esto lo hace comparando cuánto stock hay sobre cuánto se emite o produce cada año. A medida que el stock es mayor, si la producción o emisión se mantiene constante o baja, el ratio Stock sobre flujo aumenta. En el caso del bitcoin, cada vez que la emisión se redujo a la mitad, este ratio se duplicó, y el precio de este activo se multiplicó por 10 aproximadamente.

Estas dos aproximaciones son solo intentos de calcular un “valor justo”, pero es bueno recordar que en el corto plazo, este activo suele tener mucha volatilidad, y el cambio en el precio depende de los cambios en su demanda, que puede variar mucho. En cada momento la demanda responde a diferentes acontecimientos que se van dando en el mundo, provocando los cambios que se han visto en los precios de este criptoactivo. Además, como cada tecnología en adopción, el precio tiene subas exponenciales con caídas muy fuertes en relativamente poco tiempo.

Solo para tomar dimensión de esto, podemos tener en cuenta que desde 2015, el precio del bitcoin estuvo aproximadamente un tercio de los días, más de un 50% por debajo del máximo anterior.

Como vimos, incluir este tipo de activos en las carteras de inversión supone un desafío importante, como ser conscientes del riesgo que asume esta parte de un portafolio, y tener en cuenta que todas las hipótesis se basan en una corta experiencia con esta clase de inversiones.

Jonatan Kon Oppel
Head of Business Development